retratos

registro sonoro jardin prometeo

1a parte de los 4 registros sonoros manipulados para funcionar como un track mezcla de los sonidos generados en el emplazamiento Jardìn Prometeo

http://www.esnips.com/doc/c72b9bb8-0b22-4ef3-87bd-b8522dba8875/JP1.mp3

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emplazamiento

Espacio Jardìn Prometeo

boceto jardin prometeo

autorretrato

jardìn Prometeo

Jardín Prometeo

Jardín Prometeo reúne veintitrés años de preocupaciones de asalariados clase medieros comprimidos en cajas de noventa metros cuadrados. Una sumatoria indefinida de experiencias urbanas aleatorias. Es un extracto de existencias compartidas por la fuerza. Vivir en un condominio implica un estado especial con respecto a los espacios físicos, a los espacios vitales y a las condiciones para compartirlos.

Cualquier estridencia normal de la vida en nuestro espacio privado se ve reflejada como un gran eco en todo el conjunto. Estamos asociados a los vecinos involuntariamente debido a la gran proximidad; estamos, muchas veces, más involucrados en la vida de´l de a lado que en la de las personas trascendentes en nuestras propias existencias.

Jardín Prometeo autobiográfico.

La sumatoria total de intervenciones en JP suceden en el aniversario vigésimo tercero de mi llegada al conjunto habitacional. Es precisamente en esta fecha (Enero 5, 1983) cuando arribé por primera vez a este espacio.

Me parece importante recalcar que la relación del espacio Jardín Prometeo con respecto a mí está, por principio de cuentas, justificado mediante el tiempo; ése andar paralelo cotidiano que al prolongarse por veintitrés años necesariamente deposita en el interior de uno, restos del otro.

En este sentido la intervención es un acto ritual conmemorativo. El acto voluntario y conciente de depositar una marca en el tiempo, de hacer del ritual conmemorativo un nodo fugaz, exprés, que ubique un punto diferente en la existencia regular, casi momificada de una unidad habitacional.

Jardín Prometeo sucede así, sin aspiraciones a trascender en la memoria colectiva, o en la historia de los acontecimientos archivados. Jardín Prometeo plantea actuar en el cotidiano, en la corriente natural de los acontecimientos. Lo que se propone es modificar temporalmente ese estado cotidiano antilúdico y de abotargamiento mental mediante un ritual personal realizado en el espacio público.

Jardín Prometeo espacio público.

Jardín Prometeo se realiza en el espacio público cotidiano. Es una acción diseñada específicamente para ese espacio físico, con una intención directamente reflejante sobre el contexto utilizado. Pretende generar un momento diferente en el funcionamiento cotidiano de las cosas y los espacios. Puede, incluso, colocarse entre una coreografía urbana y una dinámica vecinal típica de los Grupos de Colonos, pero contiene una cualidad extra. Sus propósitos redunda sobre la idea de utilizar el espacio público para algo que no esté determinado a cumplir actividades productivas o comerciales. Es, simplemente, modificar ese estatus cotidiano de productividad y consumo por una situación de atención estética a su propio respecto. Una experiencia diferente de facto que intenta rescatar temporalmente la reflexividad de las cosas y los espacios cotidianos con respecto a sus ocupantes. Es, de cierta manera, una necesidad directa sobre la perdida, en el espacio social contemporáneo, de información que nos describa mutuamente, y tan necesario ante la crisis actual de las necesidades psíquicas del hombre en sociedad.

Jardín Prometeo metafórico.

Jardín Prometeo es fuego, es viento, es un brote. Jardín Prometeo pretende hablar de la luz interior que genera convivencia, comunicación, reunión, calor, luz. Jardín Prometeo utiliza la luz eléctrica, el gran fuego primigenio contemporáneo que nos agrupa, que forma sociedades, que nos comunica, que nos conecta, que da forma a nuestras vidas y que nos determina obsesivamente. Jardín Prometeo hace una metáfora sobre la luz y la posibilidad de mirar nuestros propios rostros. Jardín Prometeo ubica sus elementos visuales en relación a las características simbólicas de la acción lúdica de solicitar atención a sus propias ventanas. Generando un jardín metafórico que lo único que pretende es la auto atención de los habitantes. Un sin sentido que provoca el borbotón hormonal de la auto contemplación y con eso un grado más de identificación con nuestras propias cosas, ésas que nos conectan con la realidad común.